Los alumnos estaban acostumbrados a las sesiones presenciales con una localización concreta. Este formato no era una opción sostenible o innovadora por lo que tuvimos que convencerlos para cambiar a la formación digital.

Stephan Kasulke, explica: “El mayor desafío hace unos cuatro años, fue que nuestra formación presencial era el método más común, y estaban ya acostumbrados a esto. Tuvimos que convencer a los equipos de que la formación digital era algo que les iba a gustar, ayudar e incluso impulsar su aprendizaje”.

Björn Hengst, Jefe de Proyecto de RRHH, explica: “Nuestro objetivo era llevar el aprendizaje a todo el grupo a nivel mundial, y era la primera vez que ofrecíamos algo así. Learnlight ha sido nuestro caso de uso”.

Los retos fueron:

1. Ampliar el campo de acción pasando de una forma local a una forma internacional
2. Asegurar la protección y privacidad de datos
3. Cambiar de formación presencial a virtual
4. Adaptarnos a los programas digitales: los empleados tuvieron que adaptarse a trabajar con profesores en línea de forma individual o en grupo